LA DIVINA FIGURA
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Personaje de la ópera "Madamme Buterflay" (G. Puccini, 1904) |
La ópera tiene una escena tan majestuosa y sutil que logra llenar la inmensidad de una mirada y a la vez, humedecer cada pulso del corazón del público. Por ello, una noche en la ópera será una página dorada en cualquier tiempo y vida.
Su gran escena se proyecta al público en forma de mosaico armónico con diferentes capas. Todos lo elementos (artistas y atrezos) se van solapando entre sí hasta culminar en una inmensa presencia que fulgura y vibra por todo el teatro. Esa divina figura se erige en la orquesta para expresar un sentimiento absoluto.
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