EL PULSO AZUL
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| Antonio Banderas en una escena del film "Dolor y gloria" (P. Almodóvar, España, 2019) |
Las palomas iban a beber a su orilla portando el mensaje pálido de un atardecer. Las ondas de sus picos mojados eran el pulso de aquel llano azul, suspendido en un tiempo inerte.
Matías flotaba como una cruz candente en medio de la gran pileta mientras respiraba un frío silencio.
El agua quizá sea el medio físico con mayor capacidad para transmitir emociones. Debemos tener en cuenta que en los orígenes de nuestra vida nos desarrollamos en un espacio lleno de líquido materno; por tanto es lógico asociar el sumergirnos en agua como un ejercicio reparador mental y físico.
Además este elemento tiene un rasgo espiritual porque se relaciona con el cielo como reflejo del mismo. El color azulado de su superficie hace que podamos sentirnos más cerca de él, de profundizar en su gloria con la simple inmersión de nuestro cuerpo.
La mayor virtud del agua, en cualquiera de sus continentes, siempre será su grado de pureza. Una excelencia que ponderan miles de rituales religiosos para purificar almas corrompidas.
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| Las aguas del Mediterráneo de la isla de Formentera (España) son famosas por su claridad y color turquesa característico. |
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