Poema RÍO Y CUERPO
RÍO Y CUERPO
Miré cómo te marchabas por el río
vestido con mantos de plata y misterio.
Dejaste en mi soledad desnuda
trenzada la seda oscura
de tu recuerdo,
ya nostalgia de arena.
Mas cuando me acostumbré
al aire frío de tu desierto,
mi frágil ausencia
se convirtió en el cuero terso
de un futuro celeste.
Llegando la tarde
me gusta contemplar la crecida del río,
ver cómo en su sinfonía de centellas
las rocas se ocultan y se destapan
con la espuma fresca de una bucólica danza.
Pero atrapada en un islote herido,
encontré la pareja azul
de mi alma tranquila,
un azar de menta
con tallo y reflejos
de ninfa y selva.
Le alcancé mi mano
para tender un camino de amor
desde su cumbre marchita
a mi dulce canto.
Y así esperamos la noche,
juntas en piel y miradas húmedas,
dejando atrás las copas pesadas
de un horizonte triste.
Cuando los primeros rayos de la mañana
hinchan como velas de carmín los llanos,
me baño y perfumo
con el deshielo de los ópalos.
Mi cuerpo mojado
se confunde con las corrientes preciosas
de este río de curso musitado.
Mientras,
habías rizado la arena dura de la orilla
como algodón fresco y rosado,
y la brisa
capturado con la gasa tornasolada
de una aureola naciente de verano.
Volví contigo
como inocencia gris
y ave enamorada,
para sentir el suave enredo
de tu neblina de mar
y corazón de esmeralda.
Con la cadencia de ese ondear sosegado,
nuestros pechos lograron latir
sumidos en un melodioso amparo.
Mi sien era rubor de fruto tierno
sobre tu hombro cálido,
de donde colgaban estelas nuevas
de una vida de amor
sencillo, blanco.
Pero con ese dulce palpitar
de líneas brillantes,
me fui quedando dormida
sobre la sábana marina de tu aliento,
como abrigo de fiel amante.
Al atardecer
me despierta un relente anunciador;
me dice que me habías dejado,
que continuabas tu viaje
para cultivar tu paz radiante en nuevos lugares.
Qué será este río plácido,
si su reflejo es la sensual transparencia
donde el enamorado eterno
guarda las caricias
en flor de quimeras.
Quién es este tiempo,
si de su calma nace mi amor y su cuerpo,
si es fuga y genial encuentro.
¿Cuál es su razón?
Sólo belleza, sólo viento.
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