HUYENDO AL ATARDECER
Jean Seberg y Jean-Paul Belmondo, protagonistas del film "Al final de la escapada" (Jean-Luc Godard, 1960, Francia) LA HUIDA Mi huida comenzó a través del cielo diamantino de tus ojos. Irisabas un atardecer puro entre planetas encendidos con perlas de luna durante aquel recio otoño. En tu noche eléctrica, admiré un torrente de sendas doradas caer sobre un acantilado cian de deseo y guirnaldas. En la mañana, un trazo marino separó la eternidad del rosado tiempo de tus besos. Descubrí que en la curva de tu espalda, nacían olas primerizas que colman de turquesa fresca soledades y desiertos. De nuevo al atardecer, regresé para cobijarme en algún húmedo planeta de tu mirada, esa de diamante y perlas, tan cierta que agita con vehemencia los horizontes fríos y los diluye en un pacífico mar de tibia seda. "Al final de la escapada" es un ejercicio liberador para un creativo de cine, porque rompe con las maneras ortodoxas de exponer y narrar una historia. Godard, su direct